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VENTI PRODUCCIONES

  • La Familia
  • La Culpa
  • La Espera
  • KZ
  • Age of Anxiety
  • 21st Century

"La Familia" es una trilogía compuesta por "El padre", "La madre" y "el hijo". Cada cortometraje, independiente entre si, retrata las relaciones patológicas entre los miembros de una familia cuyos sentimientos se debaten entre el odio y el afecto. De esta forma, el ámbito familiar se retrata como una dictadura que hace de todo vínculo humano, una relación de poder en el que campean el castigo y la humillación, el dominio y la esclavitud, la manipulación y el sometimiento.

el padre

Kristine, una mujer de 43 años, regresa al sótano donde su padre la encerró y violó durante 24 años. El encuentro con su pasado la llevará a revivir los momentos más dolorosos que vivió allí e inevitablemente la confrontará con hechos que nunca ha podido superar desde que salió de su encierro.

Estamos interesados en indagar en temas como "el dolor", "el sufrimiento", "el miedo" y sus consecuencias en aquellos que lo sufren. Intentamos ahondar en estos temas a través de una historia, sencilla en apariencia pero que se va abriendo en diferentes caminos sin olvidar nunca el centro que la sustenta.

Nuestro objetivo es usar los rasgos profundos que subyacen a esta historia –y a otras similares– para adentrarnos en el territorio del abuso sexual y de esta manera captar la atención de todos los espectadores sobre un tema tan vigente en la actualidad.

el padre making

la madre

Con este proyecto abordamos la agobiante y patológica relación entre una madre y su hijo, sumergidos en voracidades mutuas de apropiación y coerción. Ambos personajes padecen el horror privado de haberse (mal) pertenecido en una degradada negociación que ya no discrimina entre el odio y el afecto. Siendo este un asunto difícil de tratar, porque se encuentra bien enhebrado al escándalo social, a la implicación emocional, al silencio de la agresora, la víctima, los familiares…Ocultación. Aislamiento.

el padre

La niñez no se caracteriza por la empatía hacia los demás, y por ello, en el cortometraje "El hijo", no somos testigos de las escenas de violencia y agresión que sufre el niño. Aquí, el fuera de campo se convierte no sólo en una cuestión de estilo, sino en una cuestión de constatación de la inmoralidad, y no hay modo de huir de ello. "El hijo" es una implacable disección de la institución familiar y su descomposición, por ello, la sensación fugaz se convierte, así, en el único objetivo vital, y toda moral racional no hace sino obstaculizar su materialización.